Nació en Bogotá, Colombia. Adelantó estudios de Literatura en
NO APLAZARÁ MÁS EL ALBOROZO
ahora que la inaugura la certeza,
emprende al fin el anhelado vuelo
mientras el mar aparta los hilos del apego.
Ya no hay nostalgias
no hay miedo
ya no hay culpas;
la soledad central
al sumergirse en aire,
deja atrás
las cóncavas regiones del recuerdo.
Abandona su cuerpo a las corrientes
junto a la prisa por los atardeceres.
¡Sólo espacio interior ilimitado!
Tras el manto del aire
—alto en el cielo—
se esconden las palabras.
En la otra orilla
el agua será mar transparente
el viento será quieto
y más fácil, volar hacia la altura
Ella es garza-luz
Abandonó su árbol para habitar la brisa
está presta a volar por los amaneceres.
en una playa nueva construirá su nido
y se dispone ahora a cantos y a palmeras.
Alguna vez
atravesó el desierto
sola
sedienta
anhelando un oasis
sin darse cuenta entonces
que era el desierto
lo que poseía.
Atrás, entre las sombras de las hojas,
la silueta que vuela a la intemperie
hacia el techo del mundo.
Un paisaje distante,
la sal y un aire nuevo
la invitan otra vez.
El violeta del arco iris
será su morada
—o su primera escala—
A la sombra del soplo, cuando calle,
¡Ha de volver a izarse el día!