Oyente del Silencio
Colección Los Conjurados
ISBN 978-958-9233-77-1
Obra Pictórica: Mauricio Rico
Carlos Miguel Gómez Rincón (Bucaramanga-Colombia,1976). Filósofo, poeta y narrador. Se doctoró
en Filosofía de la Religión de la Universidad Goethe de Frankfurt y obtuvo una
maestría en Estudios de las Religiones de la Universidad de Lancaster, Reino
Unido. Es Licenciado en Filosofía y Profesional en Estudios Literarios de la
Universidad Javeriana de Bogotá. Actualmente es Profesor Asociado de la Escuela
de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, Bogotá. Autor del libro de
poemas De la luz Inquieta (Colección
Oamti, 2010). Entre sus publicaciones filosóficas destacan Interculturality, Rationality and Dialogue: In Search for Intercultural Argumentative Criteria for Latin America
(Würzburg: Echter Verkag, 2012); Diálogo
Interreligioso. El problema de su base común (Bogotá: Universidad del
Rosario, 2008); y como co-editor académico: Ciencia
y Creación. La Investigación científica de la naturaleza y la visión cristiana
de la realidad (Madrid, Bogota: Sal Terrae, Comillas y Javeriana, 2018) ¿Ciencia o Religión? Exploraciones sobre las
relaciones entre religión y racionalidad en el mundo contemporáneo (Bogotá:
Universidad Javeriana, Universidad del Rosario, 2017); Filosofía y Misticismo (Bogotá, Universidad del Rosario, Sociedad
Colombiana de Filosofía, 2015) y La religión
en la socidad postsecular: Transformación y relocalización de lo religioso en
la modernidad tardía (Bogotá: Universidad del Rosario, 2014). Oyente del silencio fue finalista en el
Premio de Poesía Ciudad de Bogotá, IDARTES 2017
INVOCACIÓN
Palabra,
Palabra antigua que palpita en las
semillas,
barro tibio
en las manos del alfarero de la
sangre.
¡Despierta!
Despierta en las callejuelas de mi
garganta,
dirige el
paso de los caballos de mi canto.
Palabra,
Palabra antigua,
toca el tambor con que arrullas a la
tierra
dejando huellas de sombra en las
praderas,
esquirlas
de día en las cañadas.
Despierta en mí
para que cante
la estrofa que resuena desde siempre:
cada sílaba nube piedra planta,
sin fin de la vida sin principio,
ronda del estar siempre ahí, siempre
pasando,
susurro circular en el que entramos y
salimos
dejando apenas una leve honda de aire.
*
Tanto
silencio
buscándote
en el mundo
¡El
poema será!
*
Estuve al
borde del poema.
Con esta
urgencia de vida
–casi digo–
quise por fin ver la luna
de la que sólo he leído
en las antiguas mitologías
–casi
escribo–
La luna, ante la que todo hombre
calla,
revelándose
en el alto cielo oscuro.
Estuve al
borde del poema.
Casi canto, casi veo.
Derechos reservados
© Carlos Miguel Gómez Rincón